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[UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
+2
Enma Ai
Knew
6 participantes
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Cual fue la mejor historia?
[UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
[UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
ESPACIO EXCLUSIVO PARA LAS HISTORIAS DE LOS CONCURSANTES
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FECHA LIMITE: 28 de Octubre
Última edición por Knew el Sáb 30 Oct - 12:22, editado 1 vez
Re: [UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
Hola^^ esta es la historia que me inventé cuando tenía unos... como unos 7 o 8 años, no es de miedo, más bien es de suspense, de misterio, pero igualmente espero que os guste Es na historia corta.
LA HISTORIA DE PETER HAMILTON
Hay historias que explican que la leyenda de Halloween se remonta a un hombre, Jack, que le cortaron la cabeza y que cada año, el 31 la busca deseperadamente. Pero eso no es real, la verdadera historia de Halloween es esta:
Era el año 1691, Peter Hamilton, un muchacho de 7 años, que vivia con su família en la mansión de invierno que tenían, estaba tranquilamente barriendo las hojas que se amontonaban por todo el jardin. -Vaya trabajo más aburrido tengo que hacer, hay muchísimas hojas en este lugar -Se quejaba.En ese momento, Peter observó que entre los árboles del bosque que tenían, una sombra se movía, Peter se asustó y no supó que hacer -Quién anda ahí? -Preguntó
La sombra siguió moviendose a su alrededor hasta que se paró, Peter pudo observar que la sombra tenía forma de un hombre de mayor, de unos 70 años. Poco a poco el ser fue haciéndose de color más suave y el chico se quedó sin palabras, la sombra empezó a hablarle: -Vengo a avisarte de algo, pronto vendrás conmigo -Le dijo la sombra.
El niño se asustó y se fue corriendo hacia su casa y durante un tiempo no salió al jardin, tuvo bastantes pesadillas pero cuando intentaba explicarselo a sus padres, ellos le decían que habían sido imaginaciones suyas.
Fueron pasando los años y Peter, ya con 20 años se había olvidado de ese estraño suceso, pero aun no iba por ese lugar, aunque se hubiése olvidado de lo que le había pasado, le daba miedo ir.
Sus padres, le presentaron a una chica llamada Sofia, era una muchacha de ojos azules, pelo largo y rubio y llevaba un vestido verde. Peter se enamoró al instante de ella y un mes después se casaron.
Sus padres le dijeron a Peter que podía quedarse la casa de invierno y Sofia aceptó encanta, por alguna extraña razón, le encantaba el jardín que Peter tanto temía y se pasaba todo el dia debajo de un árbol leyendo justo donde años atrás la sombra le había hablado a Peter.
Los chicos vivíeron muy felices durante unos años, pero lo que Peter no sabía era que su mujer tenía planes para él.
Un dia Peter, (que estaba en su sillón favorito) estaba leyendo, cuando se acercó su mujer por detrás:
-Qué tal estas Peter? te gusta el libro? - preguntó Sofia
- Si, es muy interesante, estoy leyendo sobre una mujer que asesina a su marido por cuestiones de dinero, te lo puedes creer?
Sofia se lo quedó mirando pensativa: -Sí (dijo sonriendo) incluso parece que "ese" libro sabe lo que voy a hacer ahora. Al decir esto, Peter se giró y ella, que llevaba un hacha, le cortó la cabez. En el momento en que Peter se giró, se acordó de esa sombra que le había dicho que iria con él,esa sombra era él, su futuro y pensando en eso murió. El dia que fue asesinado fue 31 de Octubre.
Sofia limpió la sala y enterró a su marido en el lugar donde años atrás Peter había barrido las hojas.
Desde ese momento Sofia empezó a distanciarse de los demás, ella decía que su marido lo había abandonado, nadie, ni los padres de Peter encontraron el cadaver, entonces ella empezó a distanciarse de los demás, la mansión poco a poco empezó a parecer una mansión antigua y los familiares y amigos que tenían dejaron de ir a visitarla. Pero a ella eso le daba igual, tenía el dinero que era lo único que le importaba
Un año después del asesinato de Peter, 31 de Octubre, Sofia estaba leyendo un libro tranquilamente en su árbol favorito. Durante ese año, ella no había hecho mucho, cuidaba las cosechas, los libros, que eran su pasión, pero de su marido no había vuelto a pensar desde que lo había asesinado.
Por la noche...
Cuando sonó las 23:00 del reloj del comedor, Sofia subió las escaleras y fue a acostarse, pero por alguna estraña razon, no se sentía bien, tenía una estraña sensación que no le dejaba dormir. Escuchaba el viento, y desde su ventana podía ver las hojas de los árboles moverse con rapidez.
Sonaron las 24:00 y de golpe alguien llamó a la puerta de la entrada principal, ella no lo entendía, nadie había ido a visitarla, quien fuese no paraba de llamar: toc, toc, toc, toc sonaba sin cesar.
Así que ella encendió una vela, cogió su bata y bajó las escaleras en dirección la puerta.
Temblando por quien estuviese allí preguntó: -Quién es a estas horas?? -pero nadie contestó, pero seguían llamando y llamando y ella tuvo que abrir.
Cuando abrió la puerta se quedó helada: No había nadie . -Sería el viento? -se dijo. Miró alrededor y lo único que veía era arboles y prado, pero ni rastro de quien estuviése picando. Así que volvió a cerrar la puerta y se fue a su cama.
Seguía sin poder dormir, aun escuchaba el sonido del viento y tenía miedo de quien hubiése llamado a la puerta. En ese momento escuchó una puerta abrirse, era del comedor, Escuchaba unos pasos que iban por las escaleras, en dirección a su habitación y Sofia no supo que hacer, lo único que hacía era taparse con la sábana, estaba como petrificada.
Los pasos se pararon y la puerta de la habitación se abrió. Sofia empezó a llorar, "Que estaba pasando? quien sería?" Los pasos llegaron al lado de la cama y ella cerró los ojos. Dejaron de sonarse y entonces ella tuvo que mirar:
Pero cuando lo hizo, chilló:
Tenía delante a su marido Peter, en su mano tenía agarrada su cabeza y miraba a su mujer sonriendo. -Hola, Sofia, cuanto tiempo verdad?, llevo buscándote tanto. Ahora (dijo sonriendo mucho más) podemos irnos juntos. Y en ese momento sacó un hacha y le cortó la cabeza con una fueza sobrehumana.
Desde ese momento dicen que cada 31 de Octubre, Peter va por todo el mundo buscando a su mujer, y su mujer siempre repite el mismo suceso una y otra vez, dos almas atrapadas en un mismo tiempo, por culpa de la avarícia de la mujer, y el sentimiento de venganza del marido. Así que siempre tienes que saber que lo que hagas para mal, se vuelve en tu contra.
Por eso siempre hay que poner una calabaza en tu casa cada 31 de Octubre, así Peter sabrá que no es su mujer la que esta allí y se irá a buscarla en otro lugar.
Espero que os haya gustado ^^Hay historias que explican que la leyenda de Halloween se remonta a un hombre, Jack, que le cortaron la cabeza y que cada año, el 31 la busca deseperadamente. Pero eso no es real, la verdadera historia de Halloween es esta:
Era el año 1691, Peter Hamilton, un muchacho de 7 años, que vivia con su família en la mansión de invierno que tenían, estaba tranquilamente barriendo las hojas que se amontonaban por todo el jardin. -Vaya trabajo más aburrido tengo que hacer, hay muchísimas hojas en este lugar -Se quejaba.En ese momento, Peter observó que entre los árboles del bosque que tenían, una sombra se movía, Peter se asustó y no supó que hacer -Quién anda ahí? -Preguntó
La sombra siguió moviendose a su alrededor hasta que se paró, Peter pudo observar que la sombra tenía forma de un hombre de mayor, de unos 70 años. Poco a poco el ser fue haciéndose de color más suave y el chico se quedó sin palabras, la sombra empezó a hablarle: -Vengo a avisarte de algo, pronto vendrás conmigo -Le dijo la sombra.
El niño se asustó y se fue corriendo hacia su casa y durante un tiempo no salió al jardin, tuvo bastantes pesadillas pero cuando intentaba explicarselo a sus padres, ellos le decían que habían sido imaginaciones suyas.
Fueron pasando los años y Peter, ya con 20 años se había olvidado de ese estraño suceso, pero aun no iba por ese lugar, aunque se hubiése olvidado de lo que le había pasado, le daba miedo ir.
Sus padres, le presentaron a una chica llamada Sofia, era una muchacha de ojos azules, pelo largo y rubio y llevaba un vestido verde. Peter se enamoró al instante de ella y un mes después se casaron.
Sus padres le dijeron a Peter que podía quedarse la casa de invierno y Sofia aceptó encanta, por alguna extraña razón, le encantaba el jardín que Peter tanto temía y se pasaba todo el dia debajo de un árbol leyendo justo donde años atrás la sombra le había hablado a Peter.
Los chicos vivíeron muy felices durante unos años, pero lo que Peter no sabía era que su mujer tenía planes para él.
Un dia Peter, (que estaba en su sillón favorito) estaba leyendo, cuando se acercó su mujer por detrás:
-Qué tal estas Peter? te gusta el libro? - preguntó Sofia
- Si, es muy interesante, estoy leyendo sobre una mujer que asesina a su marido por cuestiones de dinero, te lo puedes creer?
Sofia se lo quedó mirando pensativa: -Sí (dijo sonriendo) incluso parece que "ese" libro sabe lo que voy a hacer ahora. Al decir esto, Peter se giró y ella, que llevaba un hacha, le cortó la cabez. En el momento en que Peter se giró, se acordó de esa sombra que le había dicho que iria con él,esa sombra era él, su futuro y pensando en eso murió. El dia que fue asesinado fue 31 de Octubre.
Sofia limpió la sala y enterró a su marido en el lugar donde años atrás Peter había barrido las hojas.
Desde ese momento Sofia empezó a distanciarse de los demás, ella decía que su marido lo había abandonado, nadie, ni los padres de Peter encontraron el cadaver, entonces ella empezó a distanciarse de los demás, la mansión poco a poco empezó a parecer una mansión antigua y los familiares y amigos que tenían dejaron de ir a visitarla. Pero a ella eso le daba igual, tenía el dinero que era lo único que le importaba
Un año después del asesinato de Peter, 31 de Octubre, Sofia estaba leyendo un libro tranquilamente en su árbol favorito. Durante ese año, ella no había hecho mucho, cuidaba las cosechas, los libros, que eran su pasión, pero de su marido no había vuelto a pensar desde que lo había asesinado.
Por la noche...
Cuando sonó las 23:00 del reloj del comedor, Sofia subió las escaleras y fue a acostarse, pero por alguna estraña razon, no se sentía bien, tenía una estraña sensación que no le dejaba dormir. Escuchaba el viento, y desde su ventana podía ver las hojas de los árboles moverse con rapidez.
Sonaron las 24:00 y de golpe alguien llamó a la puerta de la entrada principal, ella no lo entendía, nadie había ido a visitarla, quien fuese no paraba de llamar: toc, toc, toc, toc sonaba sin cesar.
Así que ella encendió una vela, cogió su bata y bajó las escaleras en dirección la puerta.
Temblando por quien estuviese allí preguntó: -Quién es a estas horas?? -pero nadie contestó, pero seguían llamando y llamando y ella tuvo que abrir.
Cuando abrió la puerta se quedó helada: No había nadie . -Sería el viento? -se dijo. Miró alrededor y lo único que veía era arboles y prado, pero ni rastro de quien estuviése picando. Así que volvió a cerrar la puerta y se fue a su cama.
Seguía sin poder dormir, aun escuchaba el sonido del viento y tenía miedo de quien hubiése llamado a la puerta. En ese momento escuchó una puerta abrirse, era del comedor, Escuchaba unos pasos que iban por las escaleras, en dirección a su habitación y Sofia no supo que hacer, lo único que hacía era taparse con la sábana, estaba como petrificada.
Los pasos se pararon y la puerta de la habitación se abrió. Sofia empezó a llorar, "Que estaba pasando? quien sería?" Los pasos llegaron al lado de la cama y ella cerró los ojos. Dejaron de sonarse y entonces ella tuvo que mirar:
Pero cuando lo hizo, chilló:
Tenía delante a su marido Peter, en su mano tenía agarrada su cabeza y miraba a su mujer sonriendo. -Hola, Sofia, cuanto tiempo verdad?, llevo buscándote tanto. Ahora (dijo sonriendo mucho más) podemos irnos juntos. Y en ese momento sacó un hacha y le cortó la cabeza con una fueza sobrehumana.
Desde ese momento dicen que cada 31 de Octubre, Peter va por todo el mundo buscando a su mujer, y su mujer siempre repite el mismo suceso una y otra vez, dos almas atrapadas en un mismo tiempo, por culpa de la avarícia de la mujer, y el sentimiento de venganza del marido. Así que siempre tienes que saber que lo que hagas para mal, se vuelve en tu contra.
Por eso siempre hay que poner una calabaza en tu casa cada 31 de Octubre, así Peter sabrá que no es su mujer la que esta allí y se irá a buscarla en otro lugar.
Enma Ai- Conan 60%
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31 479 23629 4
Re: [UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
Libros Viejos
El joven corría sin mirar a su alrededor y sin preocuparle lo que se encontraba al frente de él ni lo que lo pudiera estar siguiendo.
La adrenalina se vacío por completo en su torrente sanguíneo y no se detuvo ante nada.
-¡Amy!
El joven se impulso y se lanzó para poder alcanzar sus muñecas. Empujo con todas sus fuerzas para traer a la joven de regreso que estaba siento arrastrada con brusquedad por aquella niña. Lo único que se podía escuchar eran los gritos de la mujer por sentir que la iban a partir en dos. La niña simplemente la soltó y se desvaneció, como si nunca hubiese existido.
-¿Estás bien? -preguntó
-¡Te odio! ¡Te odio Tom! -gritaba Amy mientras corría un río por sus mejillas. -¡Si no hubiera aceptado este estúpido trabajo nada de esto estaría sucediendo! ¡Por que me pediste que te ayudara!
Tom cerró sus manos en un puño y pese a todo lo que escuchó, la ayudo a ponerse de pie.
-No dejaré que nada nos pase -decía seguro de si mismo -Primero tenemos que averiguar alguna forma de detener a esa niña o… por lo menos saber por que nos hace esto -decía mientras miraba a su alrededor, aterrado. -En el subterráneo hay una biblioteca de la familia de esta casa.
Los dos jóvenes pese al terror bajaron a la vieja y polvorienta biblioteca. Con apenas una linterna empezaron a investigar y buscar cada libro que allí se encontraba. Todos llenos de polvo, viejos, húmedos…
-Mira Tom, un periódico… ¿Servirá?
-Todo es útil
Con mucho cuidado, sacó aquella reliquia del estante y lo puso sobre la mesa.
-Léelo -dijo nervioso Tom
“29 de Octubre de 1942.
Los policías a cargo del caso ´Blut´; el inspector Dominick y la detective Adele
Concluyeron que el asesinato de la familia Bennett fue causado por el mismo Sr. Bennett, padre de la familia, debido a que sufrió una psicosis que provocó que realizara los sanguinarios asesinatos y luego, su posterior suicidio”
-Veo que no nos ha servido de mucho... -se quejó Tom
-Espera, mira esta fotografía… -la mujer indico con el dedo indice la fotografía de aquella noticia. Abrió los ojos como platos y le recorrió un escalofrío por toda la columna -Es ella… ¡Es ella! !Es ella! -gritaba desesperada, perdiendo el control
-¡Cálmate Amy!
-Ya saben todo -la niña apareció por detrás de aquellos dos jóvenes. Parada con la misma expresión vacía, triste, solitaria… y terrorífica
-¡¡¡ESTA AQUÍ!!! -gritó hasta desgarrar su garganta.
-¿Por qué gritas? -el pequeño y frágil cuerpo de la niña avanzaba con delicadeza hacia ellos. Despacio, como si cualquier movimiento brusco provocaría que se desmoronara
La mujer seguía gritando. Corrió hacia el rincón de la biblioteca y saco bruscamente un pedazo delgado y puntiagudo que estaba clavado en la pared.
-Esper//… ¡Amy que estás haciendo! ¡Suelta eso!
La mujer sin pudor alguno se clavo la punta del palo en el pecho reiteradas veces hasta caer al piso. La sangre corría manchando las viejas y podridas hojas de los libros que se encontraban tirados. La niña sólo observaba el suicido de aquella joven que cayo en la locura y como Tom se quedó paralizado, viendo como cada gota de sangre que salía de aquel delgado y blanco cuerpo, le quitaba lo poco de vida que tenía en su rostro.
-Ya te lo dije. Si haces lo que te digo todo será más digno para ti
-¡Ya te he dicho que no se nada!
-Ya saben todo -seguía repitiendo la niña
El joven no se lo creía. El día que llegaron a esa casa. El día que aceptaron ese trabajo. El día que soportaron los tormentos. El día que no aceptaron irse de ahí. El día que no pudieron salir de ahí. El día en que vieron la muerte con sus ojos. El día que supieron que en ese momento se cortaría el hilo de su vida. El día en que todo acabaría para ellos.
-¿Por qué dijiste que fue mi papá? -la niña avanzaba con cuidado hacia Tom
-¿Por qué no dijiste la verdad? ¿Por qué mataste a mi familia? ¿Por qué abusaste de mi? ¿Por qué nos hiciste eso? ¿Por ser honrados? ¿Por saber tu verdad?
-Detente… detente… ¡Detente! ¡No se de que estás hablando!
-¿Por qué no te detuviste tu en ese momento? Los gritos de mi mamá… mi papá… mi hermano…
Lágrimas. Aquella niña con cuerpo débil y rostro vació se inundo en lágrimas. Lágrimas de ira, de odio.
La manilla de aquella puerta descascarada dio un giro y salio aquel joven. Ese joven que lo era todo para ella. La razón por la que ella aun permanecía proyectada.
-¿Tom? ¿Amy? Ya he vuelto, muchas gracias por cuidarla. Ahora les daré su paga
-James, James -decía angustiada la pequeña niña.
-¿Emma? ¿Dónde estás? No veo nada…
-Aquí estoy -decía en tono más alto
El joven vio a la niña y se acerco cuidadosamente donde se encontraba y la tomo en brazos.
-¡Emma! ¿Cómo te la has pasado? ¿Se portaron bien contigo?
La niña sólo le sonrió. Era a la única persona a quien le sonreía. El joven le devolvió amablemente aquel dulce gesto.
-¿Por qué estas tan callada? -se quejaba el hombre -¿Tom?
-No… no… no he hecho nada… no se de que me esta hablando… yo… me llamo Tom… no… se nada…
-¿Qué te ocurre? -preguntaba desconcertado.
James empezó a mover sus pies, dándose cuenta que algo estaba pisando. Un libro, uno de los millones que había en esa vieja biblioteca. Sólo que esta contenía la fuente de vida de Amy
-Que demonios...
Tomo la linterna que se encontraba en la mesa y alumbro por todos lados, hasta que ahí, en ese rincón, se hallaba el blanco cuerpo de la joven inundada en un charco de sangre. Sin vida
-¡Amy!
James dejo a la niña en el piso y corrió hacia el cuerpo. Le tomo con cuidado la cabeza y le toco el rostro e intendo sentir su pulso. -Está muerta -concluyó
Miró a Emma. Pasiva y tranquila. Miro a Tom…
-¡Tu la mataste Tom! ¡Mataste a Amy!
El joven se puso de pie por el asombro y el miedo. Todo su cuerpo temblaba y apenas podía articular palabras.
-¡Yo… yo no lo mate! -masculló -¡Ella! ¡Ella la mato! -gritaba desesperado -¡Es el demonio!
El joven corría sin mirar a su alrededor y sin preocuparle lo que se encontraba al frente de él ni lo que lo pudiera estar siguiendo.
La adrenalina se vacío por completo en su torrente sanguíneo y no se detuvo ante nada.
-¡Amy!
El joven se impulso y se lanzó para poder alcanzar sus muñecas. Empujo con todas sus fuerzas para traer a la joven de regreso que estaba siento arrastrada con brusquedad por aquella niña. Lo único que se podía escuchar eran los gritos de la mujer por sentir que la iban a partir en dos. La niña simplemente la soltó y se desvaneció, como si nunca hubiese existido.
-¿Estás bien? -preguntó
-¡Te odio! ¡Te odio Tom! -gritaba Amy mientras corría un río por sus mejillas. -¡Si no hubiera aceptado este estúpido trabajo nada de esto estaría sucediendo! ¡Por que me pediste que te ayudara!
Tom cerró sus manos en un puño y pese a todo lo que escuchó, la ayudo a ponerse de pie.
-No dejaré que nada nos pase -decía seguro de si mismo -Primero tenemos que averiguar alguna forma de detener a esa niña o… por lo menos saber por que nos hace esto -decía mientras miraba a su alrededor, aterrado. -En el subterráneo hay una biblioteca de la familia de esta casa.
Los dos jóvenes pese al terror bajaron a la vieja y polvorienta biblioteca. Con apenas una linterna empezaron a investigar y buscar cada libro que allí se encontraba. Todos llenos de polvo, viejos, húmedos…
-Mira Tom, un periódico… ¿Servirá?
-Todo es útil
Con mucho cuidado, sacó aquella reliquia del estante y lo puso sobre la mesa.
-Léelo -dijo nervioso Tom
“29 de Octubre de 1942.
Los policías a cargo del caso ´Blut´; el inspector Dominick y la detective Adele
Concluyeron que el asesinato de la familia Bennett fue causado por el mismo Sr. Bennett, padre de la familia, debido a que sufrió una psicosis que provocó que realizara los sanguinarios asesinatos y luego, su posterior suicidio”
-Veo que no nos ha servido de mucho... -se quejó Tom
-Espera, mira esta fotografía… -la mujer indico con el dedo indice la fotografía de aquella noticia. Abrió los ojos como platos y le recorrió un escalofrío por toda la columna -Es ella… ¡Es ella! !Es ella! -gritaba desesperada, perdiendo el control
-¡Cálmate Amy!
-Ya saben todo -la niña apareció por detrás de aquellos dos jóvenes. Parada con la misma expresión vacía, triste, solitaria… y terrorífica
-¡¡¡ESTA AQUÍ!!! -gritó hasta desgarrar su garganta.
-¿Por qué gritas? -el pequeño y frágil cuerpo de la niña avanzaba con delicadeza hacia ellos. Despacio, como si cualquier movimiento brusco provocaría que se desmoronara
La mujer seguía gritando. Corrió hacia el rincón de la biblioteca y saco bruscamente un pedazo delgado y puntiagudo que estaba clavado en la pared.
-Esper//… ¡Amy que estás haciendo! ¡Suelta eso!
La mujer sin pudor alguno se clavo la punta del palo en el pecho reiteradas veces hasta caer al piso. La sangre corría manchando las viejas y podridas hojas de los libros que se encontraban tirados. La niña sólo observaba el suicido de aquella joven que cayo en la locura y como Tom se quedó paralizado, viendo como cada gota de sangre que salía de aquel delgado y blanco cuerpo, le quitaba lo poco de vida que tenía en su rostro.
-Ya te lo dije. Si haces lo que te digo todo será más digno para ti
-¡Ya te he dicho que no se nada!
-Ya saben todo -seguía repitiendo la niña
El joven no se lo creía. El día que llegaron a esa casa. El día que aceptaron ese trabajo. El día que soportaron los tormentos. El día que no aceptaron irse de ahí. El día que no pudieron salir de ahí. El día en que vieron la muerte con sus ojos. El día que supieron que en ese momento se cortaría el hilo de su vida. El día en que todo acabaría para ellos.
-¿Por qué dijiste que fue mi papá? -la niña avanzaba con cuidado hacia Tom
-¿Por qué no dijiste la verdad? ¿Por qué mataste a mi familia? ¿Por qué abusaste de mi? ¿Por qué nos hiciste eso? ¿Por ser honrados? ¿Por saber tu verdad?
-Detente… detente… ¡Detente! ¡No se de que estás hablando!
-¿Por qué no te detuviste tu en ese momento? Los gritos de mi mamá… mi papá… mi hermano…
Lágrimas. Aquella niña con cuerpo débil y rostro vació se inundo en lágrimas. Lágrimas de ira, de odio.
La manilla de aquella puerta descascarada dio un giro y salio aquel joven. Ese joven que lo era todo para ella. La razón por la que ella aun permanecía proyectada.
-¿Tom? ¿Amy? Ya he vuelto, muchas gracias por cuidarla. Ahora les daré su paga
-James, James -decía angustiada la pequeña niña.
-¿Emma? ¿Dónde estás? No veo nada…
-Aquí estoy -decía en tono más alto
El joven vio a la niña y se acerco cuidadosamente donde se encontraba y la tomo en brazos.
-¡Emma! ¿Cómo te la has pasado? ¿Se portaron bien contigo?
La niña sólo le sonrió. Era a la única persona a quien le sonreía. El joven le devolvió amablemente aquel dulce gesto.
-¿Por qué estas tan callada? -se quejaba el hombre -¿Tom?
-No… no… no he hecho nada… no se de que me esta hablando… yo… me llamo Tom… no… se nada…
-¿Qué te ocurre? -preguntaba desconcertado.
James empezó a mover sus pies, dándose cuenta que algo estaba pisando. Un libro, uno de los millones que había en esa vieja biblioteca. Sólo que esta contenía la fuente de vida de Amy
-Que demonios...
Tomo la linterna que se encontraba en la mesa y alumbro por todos lados, hasta que ahí, en ese rincón, se hallaba el blanco cuerpo de la joven inundada en un charco de sangre. Sin vida
-¡Amy!
James dejo a la niña en el piso y corrió hacia el cuerpo. Le tomo con cuidado la cabeza y le toco el rostro e intendo sentir su pulso. -Está muerta -concluyó
Miró a Emma. Pasiva y tranquila. Miro a Tom…
-¡Tu la mataste Tom! ¡Mataste a Amy!
El joven se puso de pie por el asombro y el miedo. Todo su cuerpo temblaba y apenas podía articular palabras.
-¡Yo… yo no lo mate! -masculló -¡Ella! ¡Ella la mato! -gritaba desesperado -¡Es el demonio!
Re: [UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
Soledad, traición y sangre
Hace unos 200 años atras...
Dos pequeñas niñas jugaban felices. Una era bajita, de cabello castaño y piel clara, su nombre era Kazumi. La otra era mas alta, rubia y hermosa, se llamaba Akane.
Ambas reían contentas mientras se tiraban en el prado y rodaban jugando entretenídas. Eran las mejores amigas desde que tuvieron uso de razón, siempre se les veía juntas, era extraño ver a una sin la otra.
Mañana sería 31 de octubre, el cumpleaños de Kazumi.
-Anda, dime, porfavor- le rogaba Kazumi a su amiga- dime ¿que me regalaras?
-Eso es un secreto- decía Akane.
Ambas siguieron jugando mientras Kazumi insistía pero Akane no cedía.
Al otro día...
Los cumpleaños de esa epoca eran cortos, solo se felicitaba por cumplir un año mas y se entregaba un regalo.
Akane le entregó a su amiga un paquete y esta lo habrió con cuidado. Dentro había un hermoso vestido blanco con varios lienzos y adornos.
-Es hermoso- dijo asombrada la pequeña niña ante el regalo de su querida amiga.
-Y falta algo mas- dijo Akane, entregandole una pequeña pulsera de cuerda adornada con piedras brillantes y blancas que había recogído en el río- pontela, yo tengo una igual- le enseña la pulsera que trae en la muñeca- así seremos amigas por siempre.
Así siguieron los dias felices, ambas usaban sus puelseras, pero Kazumi aún no usaba si vestido, quería guardarlo para una ocación especial. Pero todo cambió un día...
Las guerras entre ciudades habían comenzado y las familias empezaban a dividirse. Las que estaban a favor de un reino y los que eran leales al suyo. La familia de Kazumi era leal a su reino, pero la familia de Akane, por miedo a la muerte, se fue del lado del reino invasor.
Akane, que aparte de hermosa era una chica con increible agilidad y muy sagas, fue reclutada como espía a pesar de ser mujer.
Mientras tanto, el padre de Kazumi, que era un hombre de gran valor y fuerza, era quien dirigía las tropas del reino para hechar a los invasores y a los traidores.
Kazumi, que era demasiado inocente para entender de guerra, pensaba que Akane se había ido del pais por un tiempo. Sus padres, para no hacerla sufrir, le habían dicho que la familia de su amiga se había ido al extranjero ya que habían conseguido escapar de las tropas enemigas.
El padre de Kazumi estaba llevando al reino a la victoria, por lo que el reino invasor desidió enviar a Akane a matarlo y tambien a la familia de la que era su mejor amiga. Akane ya habia hecho fama de su agilidad y sagacidad para matar y se sentía orgullosa cuando la felicitaban, por lo que le encantaba que la mandaran a matar a alguien, ya no le importaba quien fuera.
Ese día, Akane entró en casa de Kazumi y mató a su padre, a su madre y a su hermano, ya tan solo faltaba Kazumi. Akane estaba anciosa de terminar su tarea para que las tropas y sus padres la felicitaran y mató a esa familia sin que ninguno de ellos se diera cuenta. Se dirigió silenciosa a la habitación de Kazumi, pero en un descuido se calló un pequeño mueble del cuarto haciendo que la pequeña que dormía despertara.
-¡Akane!- gritó la pequeña contenta- has vuelto a jugar conmigo. Akane sonrió maligna y cedienta de sangre.
-Tanto tiempo Kazumi, pero lamento desirte que esta vez no vine a jugar contigo- tras decir eso levantó la espana que traía atravezando el pecho de la pequeña.
-Po...¿por que?- dijo Kazumi con sus últimas fuerzas y tras eso su cuerpo quedó inmovil.
El reino invasor ganó y arrasó con todo el reino.
Tras pasar los años Akane se casó y tuvo dos hijas.
Un día cualquiera, estaba sentada en su jardín leyendo un libro. Su esposo y sus hijas habían ido a dar un paseo y ella se había quedado sola. Todo estaba tranquilo y silencioso pero derrepente una voz rompe aquel silencio.
-Estoy aburrida ¿quieres jugar conmigo?- dijo la voz.
Akane se dio vuelta y vio a 5 niños que pasaron jugando. Devieron de ser aquellos niños- pensó. Todo volvió a quedar en calma, ahora no transitaba ni un alma por allí y Akane siguió leyendo.
-¿Quieres jugar?- dijo una voz.
Akane se dió vuelta otra vez, pero esta vez sí había alguien. Una pequeña chica, de cabellos castaños y vestida con un vestido blanco con varios lienzos se encontraba ahora junto a Akane.
-Imposible- decía Akane pálida como un papel- yo te maté...Kazumi.
-Te acuerdas de mi- dijo contenta la pequeña niña- eh estado muy aburrida, así que eh venido a llevarte para que juegues conmigo por siempre- dijo y con un puñal se lo enterró a Akane en el estomago, manchando aquel hermoso vestido blanco de un rojo carmezí- ¿recuerdas cuando me regalaste este vestido? te dije que lo usaría para una ocasión especial, creo que este es el momento perfecto.
El cuerpo de Akane no fue nunca encontrado.
200 años más tarde...
Si ya has leido esta historia, no puedes decir si es metira o verdad, tu no tienes como saberlo. Solo puedo advertirte una cosa mi querido lector:
No importa quien seas ni en donde vivas, no importa la hora, ni el día, ni el lugar. Kazumi aún busca una persona para jugar y para llevarsela a jugar eternamente. Ten cuidado ahora que lo sabes, porque cualquier día, sin previo avisó, una chica puede apareser en tu colegio o en la calle preguntandote: ¿quieres jugar conmigo?
Hace unos 200 años atras...
Dos pequeñas niñas jugaban felices. Una era bajita, de cabello castaño y piel clara, su nombre era Kazumi. La otra era mas alta, rubia y hermosa, se llamaba Akane.
Ambas reían contentas mientras se tiraban en el prado y rodaban jugando entretenídas. Eran las mejores amigas desde que tuvieron uso de razón, siempre se les veía juntas, era extraño ver a una sin la otra.
Mañana sería 31 de octubre, el cumpleaños de Kazumi.
-Anda, dime, porfavor- le rogaba Kazumi a su amiga- dime ¿que me regalaras?
-Eso es un secreto- decía Akane.
Ambas siguieron jugando mientras Kazumi insistía pero Akane no cedía.
Al otro día...
Los cumpleaños de esa epoca eran cortos, solo se felicitaba por cumplir un año mas y se entregaba un regalo.
Akane le entregó a su amiga un paquete y esta lo habrió con cuidado. Dentro había un hermoso vestido blanco con varios lienzos y adornos.
-Es hermoso- dijo asombrada la pequeña niña ante el regalo de su querida amiga.
-Y falta algo mas- dijo Akane, entregandole una pequeña pulsera de cuerda adornada con piedras brillantes y blancas que había recogído en el río- pontela, yo tengo una igual- le enseña la pulsera que trae en la muñeca- así seremos amigas por siempre.
Así siguieron los dias felices, ambas usaban sus puelseras, pero Kazumi aún no usaba si vestido, quería guardarlo para una ocación especial. Pero todo cambió un día...
Las guerras entre ciudades habían comenzado y las familias empezaban a dividirse. Las que estaban a favor de un reino y los que eran leales al suyo. La familia de Kazumi era leal a su reino, pero la familia de Akane, por miedo a la muerte, se fue del lado del reino invasor.
Akane, que aparte de hermosa era una chica con increible agilidad y muy sagas, fue reclutada como espía a pesar de ser mujer.
Mientras tanto, el padre de Kazumi, que era un hombre de gran valor y fuerza, era quien dirigía las tropas del reino para hechar a los invasores y a los traidores.
Kazumi, que era demasiado inocente para entender de guerra, pensaba que Akane se había ido del pais por un tiempo. Sus padres, para no hacerla sufrir, le habían dicho que la familia de su amiga se había ido al extranjero ya que habían conseguido escapar de las tropas enemigas.
El padre de Kazumi estaba llevando al reino a la victoria, por lo que el reino invasor desidió enviar a Akane a matarlo y tambien a la familia de la que era su mejor amiga. Akane ya habia hecho fama de su agilidad y sagacidad para matar y se sentía orgullosa cuando la felicitaban, por lo que le encantaba que la mandaran a matar a alguien, ya no le importaba quien fuera.
Ese día, Akane entró en casa de Kazumi y mató a su padre, a su madre y a su hermano, ya tan solo faltaba Kazumi. Akane estaba anciosa de terminar su tarea para que las tropas y sus padres la felicitaran y mató a esa familia sin que ninguno de ellos se diera cuenta. Se dirigió silenciosa a la habitación de Kazumi, pero en un descuido se calló un pequeño mueble del cuarto haciendo que la pequeña que dormía despertara.
-¡Akane!- gritó la pequeña contenta- has vuelto a jugar conmigo. Akane sonrió maligna y cedienta de sangre.
-Tanto tiempo Kazumi, pero lamento desirte que esta vez no vine a jugar contigo- tras decir eso levantó la espana que traía atravezando el pecho de la pequeña.
-Po...¿por que?- dijo Kazumi con sus últimas fuerzas y tras eso su cuerpo quedó inmovil.
El reino invasor ganó y arrasó con todo el reino.
Tras pasar los años Akane se casó y tuvo dos hijas.
Un día cualquiera, estaba sentada en su jardín leyendo un libro. Su esposo y sus hijas habían ido a dar un paseo y ella se había quedado sola. Todo estaba tranquilo y silencioso pero derrepente una voz rompe aquel silencio.
-Estoy aburrida ¿quieres jugar conmigo?- dijo la voz.
Akane se dio vuelta y vio a 5 niños que pasaron jugando. Devieron de ser aquellos niños- pensó. Todo volvió a quedar en calma, ahora no transitaba ni un alma por allí y Akane siguió leyendo.
-¿Quieres jugar?- dijo una voz.
Akane se dió vuelta otra vez, pero esta vez sí había alguien. Una pequeña chica, de cabellos castaños y vestida con un vestido blanco con varios lienzos se encontraba ahora junto a Akane.
-Imposible- decía Akane pálida como un papel- yo te maté...Kazumi.
-Te acuerdas de mi- dijo contenta la pequeña niña- eh estado muy aburrida, así que eh venido a llevarte para que juegues conmigo por siempre- dijo y con un puñal se lo enterró a Akane en el estomago, manchando aquel hermoso vestido blanco de un rojo carmezí- ¿recuerdas cuando me regalaste este vestido? te dije que lo usaría para una ocasión especial, creo que este es el momento perfecto.
El cuerpo de Akane no fue nunca encontrado.
200 años más tarde...
Si ya has leido esta historia, no puedes decir si es metira o verdad, tu no tienes como saberlo. Solo puedo advertirte una cosa mi querido lector:
No importa quien seas ni en donde vivas, no importa la hora, ni el día, ni el lugar. Kazumi aún busca una persona para jugar y para llevarsela a jugar eternamente. Ten cuidado ahora que lo sabes, porque cualquier día, sin previo avisó, una chica puede apareser en tu colegio o en la calle preguntandote: ¿quieres jugar conmigo?
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Re: [UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
Apuradito, pero aqui el mio! >////<
SOLO QUERIA LLAMAR
SOLO QUERIA LLAMAR
- Spoiler:
Como toda buena historia, debemos empezar por el principio. Todo comienza con una mujer, llamada Alison. Estaba felizmente casada, tenia una vida prospera y feliz, buenas amistades, gente que la quería... todo lo que podía desear.
Pero toda vida feliz, puede ser truncada por un simple fallo, en un simple instante...
He aquí su historia...
“Alison se encontraba golpeando los dedos sobre el volante, mientras conducía, despreocupada. Llevaba horas en el coche y realmente, estaba cansada, pero todo fuera por su marido. Sonrió distraída...
-Realmente, Jonh se llevara una sorpresa...- murmuro divertida, mientras volvía a fijar su mirada en la carretera.
El motivo de su viaje era para sorprender a su marido. John se encontraba en un viaje de negocios, en una ciudad un tanto alejada y ella sabia que él tendría un par de noches libres, así que... pensaba pasarlas con el. Sonriendo ante la idea de ver a su marido, aunque fueran un par de horas los próximos días la llenaba de felicidad.
De repente, el coche empezó a hacer ruidos raros. La joven miro hacia delante, mientras del capo comenzó a salir una nube de denso humo negro y el coche se paraba lentamente. Bajo del coche e intento averiguar lo que pasaba, pero realmente ella no entendía nada sobre coches, mecánica, ni ninguna de esas cosas...
-Perfecto, ahora estoy es mitad de ninguna parte- exclamó, mirando a su alrededor. Estaba en una carretera poco transitada, por lo que era difícil que alguien la encontrara allí- ¡Y para colmo no tengo batería!- furiosa, miro su móvil, ¿Cómo era posible que saliera todo mal en un momento?
Suspiro fuertemente, para tranquilizarse. Alguien tenía que pasar tarde o temprano, ¿No? Podría pedir ayuda al siguiente coche que pasara, y pedir que la acercaran a algún lugar donde poder llamar.
Sentada sobre el capo, espero horas y horas, impacientándose. A medida que el sol bajaba, le pareció ver a lo lejos una gran masa acercándose. Aliviada, como no sentía desde hacia horas, bajo de su vehiculo y comenzó a hacer señas para que se detuviera. Cuando estaba más cerca se dio cuenta de que se trataba de un gran camión, gigantesco, conducido por dos hombres.
Para su tranquilidad, comenzó a parar y ella no pudo hacer otra cosa que sonreír, ¡Genial! Pensó
-Hola guapa, ¿ocurre algo?- pregunto el hombre sentado en el asiento del copiloto-¿Podemos ayudarte?
-Si, gracias- exclamo Alison, sonriendo con énfasis- Mi coche se paro, y creo que es algo bastante grave- dije, poniendo cara de circunstancias- Además, ando medio perdida, no soy de aquí y necesito llamar por teléfono... ¿Sabrían de algún lugar donde...?- comenzó a preguntar, pero fue interrumpida por el conductor del vehiculo.
-¡Claro! En la dirección que vamos- dijo, señalando la continuación de la carretera- Pasamos por un sitio donde seguro que le dejaran usar el teléfono. Puede subir a la parte de atrás, ya que aquí no cabe- Se disculpo, mientras el compañero bajaba para abrirle la puerta trasera.
Alison solo pudo corresponderles con otra de sus deslumbrantes sonrisas, mientras subía a la parte trasera del camión.
-Bueno, todo parecía que fuera a ser pésimo, pero dentro de poco podré ver a Jonh...- comenzó a decir, pero paro al ver quien había detrás.
Mujeres. Docenas de ellas, sentadas en una especie de bancos en la parte trasera del camión. ¿Qué demonios...? Alison se tranquilizo a si misma pensando que serian personas recogidas y que las llevarían a alguna parte.
-Hola- exclamo, dulcemente, recibiendo como respuesta alguna mirada vacía de las presentes- ¿Cómo están? Yo soy Alison, encantada- se presento- Mi coche se estropeo, y tengo que llamar a mi marido, para que venga a por mi...- comentaba, sin que nadie lo hubiera preguntado nada, mientras se sentaba al lado de una mujer de pelo corto, que la miraba de reojo, asustada.
La actitud de esas mujeres comenzó a ponerla nerviosa, pero se volvió a tranquilizar. “Solo debes esperar a llegar al lugar y llamar por teléfono...”
El trayecto se le hizo mas largo de lo que pensaba, tanto que incluso empezó a notar como los parpados empezaron a cerrársele, cayendo en un sueño algo profundo. Al cabo de lo que parecieron largas horas, noto que la puerta se abría, y se levanto con la intención de salir, pero en ese momento, unas personas entraron en el camión y comenzaron a agarrar a las mujeres... incluida Sharon.
-Perdone, pero yo solo tengo que...- comenzó a decir, alarmándose cuando una de las personas la agarro fuertemente de las muñecas- ¡Espere, espere! Yo solo quería llamar por teléfono, tengo que llamar a mi marido- exclamo, con un tono de nerviosismo, mientras era arrastrada fuera del camión junto al resto de mujeres.
¿Qué pasaba?¿Que ocurría? eran las preguntas que se hacia en su mente, mientras era conducida por largos pasillos, mientras era golpeada para que caminara mas rápido, hasta que llegaron a un centro, una especie de recinto.
-¿Qué es esto?- pregunto, pero una de las mujeres que la había agarrado le golpeo en la cara, tirándola al suelo, para luego hacerla levantarse y seguir caminando
Alison solo pudo llorar, callándose, hasta llegar a una oscura habitación. Fue arrojada a ella, mientras las dos personas salían riéndose...
-¡Pero esperen, yo solo quería llamar por teléfono! ¡Solo necesito hablar por teléfono! ¡Ha habido un error!- grito en la oscuridad, llorando y gimiendo, cuando escucho una risa malévola detrás de ella.
-Claro, esto a sido un error- una voz burlona, de mujer, siseaba en la oscuridad. Alison podía verla, pero estaba segura que la propietaria de la voz si. De repente, noto como la golpeaban con algo dejándola tirada en el suelo.
Volvió a sollozar, mientras la voz seguía riendo, apropiándole más golpes
-¿Te gusta esto perra? Bienvenida a tu infierno- dijo la voz, terriblemente cerca, mientras le propinaba un golpe un la cara, mientras sobaba su cuerpo, denudándolo poco a poco...
Alison, notando el sabor en la boca de varios dientes rotos, solo podía llorar y sollozar...
-Solo quiero llamar...- gemía, entre los sollozos....
**********************************************************************************************************
7 meses después.
-Señor, no sabe lo que agradezco que la encontrara, Inspector- decía un hombre joven, pero con aspecto de haber envejecido en poco tiempo.
-Ha sido duro y complicado, pero gracias al trabajo de uno de mis hombres, pudimos encontrarla...- iba diciendo el inspector, mientras caminaban por un pasillo largo de paredes blancas.
-Realmente, ha sido tan duro...- el joven hablaba con una voz mecánica, con sufrimiento. Miro una de las placas colgadas en las paredes, donde se podía leer “MANICOMIO DE MUJERES SAN RAINSWORTH”. Suspiro, volviendo a mirar al frente- ¿alguna idea de cómo fue a parar aquí?
-No, parece que no. Realmente las encargadas dicen que cuando llego estaba desquiciada, completamente fuera de si... A saber que atrocidades le hicieron fuera para que acabara en este estado.
-Igualmente... quiero verla, inspector- concluyo el hombre, mientras se paraba en una de las puertas que le habían indicado a su entrada en el recinto
-Me parece justo, pero debes saber que... ella no es la misma que antes- dijo el inspector, intentando no parecer demasiado sobre protector con aquel pobre hombre. Abrió la puerta, para dejarle pasar- Buena suerte...Jonh
Jonh lo miro tristemente, mientras entraba en la habitación. Era una sala blanca, limpia y ordenada. En una de sus esquinas, había una mujer pequeña, o quizás encogida, la cual parecía estar recitando algo, o quizás cantando...Tratando de sonreír, se acercó a ella, mientras notaba como su respiración se hacia cada vez mas y mas irregular...
-¿Alison? – pregunto, temeroso. La mujer no se giro, si no que siguió con su cántico; a medida que se acercaba, logro entender que era lo que ella estaba diciendo tan rápido...
-...soloquierollamarnecesitollamar...llamarsoloquieronecesitollamar...-murmuraba ella entre dientes, mientras estiraba de sus cabellos, con la mirada perdida en un punto de la pared.
-Alison, Alison cariño, soy yo, Jonh- la dulzura de su voz era desbordante. Ella se giro, con los ojos desenfocados, mirando sin mirarlo
-Solo...quiero...- balbuceaba, mientras empezaba a arañarse los brazos, a lo que el la agarro para que no se hiciera daño. Cuando entro en contacto físico con ella, pareció enloquecer, golpeándole, y arañándose, mientras gritaba como una poseída.
Jonh la miraba desde el rincón donde había quedado al ser golpeándolo, mirándolo con lágrimas en los ojos...
-Yo que usted no volvería a tocarla- Dijo una voz autoritaria- Esta pobre mujer a sufrido mucho, y ahora solo puede estar aquí, aislada. Espero que lo comprenda- Jonh miro a la dueña de la voz, era una mujer joven, de unos 40 años o mas. Parecía dura e inflexible. Ella seguía hablando aunque el no hubiera dicho nada- Le pediría que saliera de la habitación, Alison necesita descansar. Quizás ahora se convexa de que ella debe estar aquí- Finalizo la conversación, mientras abría la puerta.
Jonh salio de la habitación, no sin antes echar un ultimo vistazo a su mujer- Adiós amor...- le dijo, entre lagrimas.
La guardia permaneció mirando la puerta, hasta que se aseguro de que el hombre no volvería. Se volvió hacia la interna, con una sonrisa burlona y sádica en el rostro, mientras le daba un puntapié en la cara, haciéndola caer.
-¿No reconociste al entupido de tu marido? ¿No tenias tanto interés en llamarlo? ¿No era por él que suplicabas todas las noches mientras te golpeaba, perra?- se acerco a ella, arreándole guantazos en ambas mejillas- Los golpes y la medicación han hecho que te quedes tan entupida...- Metió la mano entre su entrepierna, riendo con maldad
Alison no se quejaba, simplemente parecía permanecer en otro lugar, mientras aquella mujer la seguía golpeando y acariciando, a lo que solamente podía susurrar...
-yosoloqueriallamar...- murmuro, entre dientes, como un autómata sin vida
La mujer amplio la sonrisa, mientras sacaba una vara metálica de su cinto
-Ahora mismo, querida- susurro dulce y macabramente, para acto seguido golpear.
....”
Un simple cambio, un simple fallo, puede cambiarte para siempre.
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Re: [UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
Aqui esta el mío xd, saludos!
Más de lo deseado
-…Y con este experimento Rutherford logró establecer el Modelo Planetario, en donde se establece…-La voz del profesor de Ciencias Naturales apenas se escuchaba dentro de mi circulo de amigas, o mejor dicho, cuadrado, ya que éramos cuatro, y estábamos sentadas de la manera en que dos quedaban delante, y dos atrás, claro que para poder hacer llevadero el aburrimiento de esa clase, las de adelante se daban vuelta para poder conversar. El tema en ese momento era uno que ya estaba empezando a verse por varias partes, y que a pesar de que este era un país en donde no se le daba mucha importancia, nosotras queríamos cambiar la situación, queríamos hacer algo digno de Halloween.
-¿Y que tal una fiesta?- dijo Catalina, la chica del grupo que siempre estaba actualizada con lo último de Hollywood, y era también la que en un “pasado remoto”, de esos desliz de juventud, en donde se aspira ser todo lo que se ve en la televisión, había deseado como principio ser la más popular del colegio.
-Mmm..., no sé…las fiestas tampoco son tan divertidas, yo había pensado en algo de miedo, una aventura de terror que valga la pena recordar, a fiestas vamos a ir en otras varias ocasiones…y no se si tengamos dinero y un lugar para realizarla.- Esta vez hablé yo, no era muy amiga de las fiestas, y realmente no era lo que tenía en mente, quería tener una historia que contar cuando las conversaciones giraran a lo tenebroso, todos se pusieran serios y se comenzaran a compartir cuentos de fantasmas o hechos paranormales que supuestamente habíamos vivido, pero yo quería poder decir con piel de gallina, al recordar todo, que lo había sufrido directamente.
-¿Pero qué es lo que tienes exactamente en mente?, porque yo no sé en donde te propones vivir tu “aventura.”- Me contradijo mi mejor amiga de las cuatro, Pilar, que se podría decir era la más seria de todas, o la más madura, y a la que menos le interesaba todo este embrollo.
-Bueno…-Dije, tratando de que se me ocurriera un lugar pronto, ya que me cargaba cuando ella me hablaba de esa manera, y yo no había encontrado aún el sitio ideal para lo que deseaba hacer.
-Oigan chicas dejen de hablar, ya las va a cachar el profe- dijo Leonardo, inclinándose hacia delante, sabíamos todas que su intención era llamar la atención e incluirse en la conversación., y por supuesto, si se incluía él, también lo hacía Robinson. Leonardo era un chico más o menos bajo, con un corto pero abundante cabello negro, y con un color de ojos mezclados entre el verde y el marrón, a veces adquirían el suave color de la miel, u otras veces se veían verdes como el pasto, y cada vez que lo miraba me daba la impresión de que destellaban con fuerza. Su actitud era casi siempre inmadura, aunque había veces que me sorprendía con sus comentarios. Y Robinson era su mejo amigo, un chico más alto y de ojos muy oscuros, que se llevaba bien con todos y era más educado. –Yo conozco un lugar como el que quieres tú- continuó diciendo él, esta vez mirándome.
-¿De verdad? ¿Cuál?- pregunté entusiasmada.
-Una casa cerca de la de mi abuela.
La campana del recreo sonó estruendosa como siempre, y todos, aliviados, salimos al exterior.
El día de Halloween cada vez se acercaba más, habíamos aceptado la propuesta de Leonardo, y por supuesto, ellos dos también iban. Nos íbamos a juntar lo seis a las afueras del colegio, a las 9:00 de la noche, y desde allí nos iríamos al lugar mencionado. Habíamos pedido permiso todos y las linternas ya estaban cargadas, sólo faltaba que llegara el día.
Eran las 8:45 de la noche, me bebí el jugo rápidamente, tomé un pastel de la mesa, me despedí, prometiendo llegar a la hora acordada, y salí con mi común bolsito hacia el colegio. Cuando llegué ya habían llegado todos, me estaban esperando, y la única que no me criticó por mi atraso fue Alejandra, la cuarta del grupo, que no era de hablar mucho.
La casa que había dicho Leonardo de verdad inspiraba miedo, pero nada nos aseguraba que pasara algo dentro, era como en un típico capitulo de dibujos animados de terror en donde la casa estaba embrujada. Yo no esperaba que lo estuviera, pero sabía que de alguna forma lo pasaríamos bien esa noche. La vivienda era bastante grande, tenía las ventanas tapadas con tablas, y contaba de una única puerta de entrada que permanecía cerrada hace tiempo, justamente para evitar que niños traviesos pudieran entrar, sin embargo, junto a nosotros estaba el magnifico Leonardo, que a causa de su carácter irresponsable, olvidando siempre las llaves, había conseguido generar en él una increíble habilidad para abrir todo tipo de cosas.
Por dentro la casa daba aún más miedo, todo estaba lleno de polvo y un olor repugnante invadía la estancia, los sillones del living, que era el primer cuarto, tenían unas horribles manchas de quien sabe de que y sobre las cómodas todavía se conservaban fotos. Fuimos pasando en fila junto al mueble, viendo las imágenes impresas, que estaban, como casi todo en aquel sitio, llenas de polvo, pero todos nos arrimamos frente a una en especial, en donde se mostraba a un niño pequeño, sonriendo y con un perrito en brazos. Lo extraño no era la imagen de la foto, si no que ésta, a diferencia de las demás, no tenía polvo, había sido limpiada hace poco.
-¿Creen qué...hay algo dentro de la casa?- preguntó Alejandra, bajando la voz. Nos miramos entre nosotros y nos encogimos de hombros. Vi en los ojos de Leonardo la excitación de la situación, pero yo realmente estaba asustada, y en ese momento, sentí un impulso a salir corriendo, no obstante, me quedé en mi sitio totalmente pegada a Pilar, que no puso objeciones, sentí que ella también tenía miedo.
-Sigamos recorriendo, tal vez alguien estuvo por aquí hace un tiempo, jugando a las escondidas, y le llamó la atención la foto, la limpió para verla mejor, y Alá, se quedó así, además, que puede haber ¿fantasmas? Por favor…- Robinson, dando ejemplo a sus palabras, fue el primero en pasar a la siguiente habitación, que estaba separada del living por unos bordes de pared, y que correspondía al comedor. Una gran mesa ocupaba el centro rectangular del cuarto, y sillas de madera estaban ordenas en torno a la mesa. La habitación no contenía muchas más cosas, aparte de un masetero con una planta muerta en una esquina, no había nada más que ver, y estábamos avanzando hacia el pasillo que seguramente daba a la cocina cuando nos dimos cuenta de que Robinson miraba atentamente la mesa. Nos acercamos también y vimos, en medio de todo aquel mar de polvo, un círculo donde se podía notar el color de la madera de la mesa, un círculo que no tenía polvo.
Leonardo acercó su nariz al lugar que todos mirábamos, luego se levantó y nos miró.
-Tiene olor a cerveza-dijo, y un silencio siguió a sus palabras.
-Bien, con esto ya tengo mi experiencia de Halloween, ahora podemos irnos- exclame más asustada que antes, y con el corazón latiéndome fuertemente contra mis costillas. Las chicas me miraron en señal de acuerdo, pero Leonardo y Robinson querían seguir, por sus bocas contraídas supe que tendríamos que quedarnos, ¿cómo nos iríamos solas, en medio de la noche?
-¡Pero si no ha pasado nada! ¿Cómo pueden ser tan miedosas?- nos dijo Leonardo, enojado, y Robinson asintió.- Terminemos de ver la casa por lo menos, luego nos vamos ¿bueno?- y colocó ese tipo de expresiones tiernas que uno a duras penas podía negar.
Volvimos a adentrarnos al pasillo, ahora más cautelosos, pero a medida que nos acercábamos sentía una presión en el pecho que ya no podía soportar.
-¡No! Vamos al segundo piso, pero por favor, no entremos allí- exclamé.- Ya nos quedamos aquí como ustedes querían-miré a Leonardo y a Robinson- y se que yo fui la que molestó para que hiciéramos esto, pero por favor…no vallamos allí.- Me miraron por unos segundos, y entonces asintieron, como queriendo decir “que se le va hacer”
Contenta de haberlos convencido, caminé de vuelta al living, y cuando nos disponíamos a subir las escaleras, sentí que alguien nos miraba desde arriba, asustada, miré al lugar que me indicó mi cuerpo, pero como era de esperarse, no había nadie. Estaba a punto de decírselo a los chicos cuando, esta vez todos, oímos que algo se caía al suelo, un sonido que provenía desde arriba, y entonces un ruido rompió violentamente el silencio que se había generado, impactándonos.
-¡Ha! Mi celular, lo siento- Catalina contestó su teléfono, hablando en voz baja, y cuando cortó, dijo:- me tengo que ir, ya es muy tarde. Miré mi reloj y me di cuenta de que ella tenía razón.
-Huuuu, verdad, yo también me tengo que ir, me tendría que haber ido hace rato…Me van a retar…- Se lamentó Pilar. Y Alejandra y yo nos miramos diciéndonos que a nosotras también se nos había pasado la hora. Robinson y Leonardo captaron nuestras miradas y nos vieron enojados, pero antes de que pudieran objetar algo, nos empezamos a despedir, y no les quedó más remedio que salir con nosotras.
Sentí un alivio inmenso cuando el fresco aire me envolvió el cuerpo y aspiré profundamente. Nos disponíamos a ir hacia la casa de la abuela de Leonardo cuando Alejandra nos interrumpió:
-Ho no, olvide la linterna dentro. Espérenme aquí, vuelvo enseguida.- Y antes de que ninguno pudiera ofrecerle acompañarla, ella volvió a entrar a la mansión. Pasaron aproximadamente algunos minutos, en donde la tensión creció entre nosotros y las miradas hacia la vivienda se volvieron constantes, y justo cuando estaba a punto de decir que deberíamos ir a buscarla un grito desgarró el aire como una cuchilla, helándonos la sangre.
Hubo un momento de dudas, y enseguida todos nos volvimos a adentrar en la casa y aquel hediondo olor invadió nuevamente mi nariz.
-¿Deberíamos gritar? Porque es obvio que algo le pasó…-dijo Pilar, en unos susurros.
-Bueno…-Leonardo se detuvo un segundo a pensar, y luego…-¡¡¡Ale!!-Gritó llamándola por su apodo. Miré paranoica a mi alrededor, seguramente esperando que salieran murciélagos volando.
-¡¡Ale!!- Nos unimos a él.-¡¡Ale!!-Pero nadie respondía.
-De seguro está arriba, sea lo que sea lo que le aya pasado-mi voz se escuchó como un lamento, temía ir al segundo piso, y en mi mente retumbaron el ruido y la sensación de que alguien nos miraba.-Pero estoy segura de que hay algo allí, esa cosa debe de tenerla.-Todos me miraron pero ninguno me contradijo, ellos también sentían que era así.
Sin decir una palabra más, comenzamos a subir, muy pegados unos de otros, por las elegantes escaleras, y al llegar a la planta alta, se nos cayó el alma a los pies al darnos cuenta de la cantidad de habitaciones que tenía aquel piso.
-Si vamos todos juntos, una por una, no terminaremos nunca, y ya es bastante tarde,-dijo Catalina, mirando su celular.
-Pero…hay algo, seremos pocos…realmente tengo mucho miedo- susurré. Ellos me miraron, asustados igual, y después, Robinson y Catalina abrieron la primera puerta., con cuidado, tratando de no hacer ruido, aunque en el fondo sabíamos que eso ya no tenía sentido, acabábamos de gritar. Entonces Leonardo se encaminó a la puerta siguiente, y nosotras lo seguimos. No había tenido tiempo de pensar en lo que de verdad estaba pasando, estaba demasiado asustada para apenas respirar, y cuando la puerta se habría lentamente, con mi corazón dando dolorosos martillazos, supe que creía en los fantasmas.
Dentro no había nada, así como también en las habitaciones siguientes, y cuando sólo quedaba una puerta, los cinco nos arrimamos a ella, Robinson tomó la manilla y la dio vuelta lentamente, esta hizo un molesto ruido, y a medida que la puerta se habría, fue revelando un cuerpo desmayado en medio de la habitación.
Todos corrimos hacia Alejandra, dejando las linternas en el suelo, y cuando estábamos todos a su alrededor, la puerta se cerró un poco, y luego se volvió a abrir, mientras alguien escapaba velozmente por la puerta. Todos nos quedamos viendo al lugar con los ojos y la boca abierta.
-Llamen a…la poli…cía- dijo una voz desde el piso, todos nos volvimos a mirarla.-Es un delincuente…cuando vine a buscar la…linterna…lo vi, y tal vez que me hubiera hecho…sino hubiera visto que tenían celulares… y que eran cinco…
Catalina sacó velozmente su teléfono y marcó el numero de la policía, al rato llegaron los carabineros, la ambulancia, y como no, nuestros padres, enojadísimos ya que ellos creían que nos habíamos juntado para pedir dulces. Resultó que el delincuente era uno muy buscado hace algún tiempo, había infringido varias veces la ley e incluso había matado a alguien que lo estaba estafando, y cuyo cuerpo había escondido dentro de la mansión, desde hay provenía el olor. Se escondía en esa casa hace unos meses y cuando vio que entramos había decidido esconderse, pero Alejandra lo vio cuando volvió en busca de su linterna, e hizo un ademán de sacar su teléfono. Él dice que no hubiera sido capaz de matarla, pero eso se mantiene aún en duda. Y como había señalado Robinson, la foto del niño con un perro en brazos le había llamado la atención porque se parecía a una de él cuando pequeño, y sacado por lógica, había estado bebiendo.
Ahora, cada Halloween, recordamos el miedo y pánico que sentimos en aquella situación, lo mal que nos había ido luego a causa de los castigos, y nos conformamos con películas de terror y palomitas.
Más de lo deseado
-…Y con este experimento Rutherford logró establecer el Modelo Planetario, en donde se establece…-La voz del profesor de Ciencias Naturales apenas se escuchaba dentro de mi circulo de amigas, o mejor dicho, cuadrado, ya que éramos cuatro, y estábamos sentadas de la manera en que dos quedaban delante, y dos atrás, claro que para poder hacer llevadero el aburrimiento de esa clase, las de adelante se daban vuelta para poder conversar. El tema en ese momento era uno que ya estaba empezando a verse por varias partes, y que a pesar de que este era un país en donde no se le daba mucha importancia, nosotras queríamos cambiar la situación, queríamos hacer algo digno de Halloween.
-¿Y que tal una fiesta?- dijo Catalina, la chica del grupo que siempre estaba actualizada con lo último de Hollywood, y era también la que en un “pasado remoto”, de esos desliz de juventud, en donde se aspira ser todo lo que se ve en la televisión, había deseado como principio ser la más popular del colegio.
-Mmm..., no sé…las fiestas tampoco son tan divertidas, yo había pensado en algo de miedo, una aventura de terror que valga la pena recordar, a fiestas vamos a ir en otras varias ocasiones…y no se si tengamos dinero y un lugar para realizarla.- Esta vez hablé yo, no era muy amiga de las fiestas, y realmente no era lo que tenía en mente, quería tener una historia que contar cuando las conversaciones giraran a lo tenebroso, todos se pusieran serios y se comenzaran a compartir cuentos de fantasmas o hechos paranormales que supuestamente habíamos vivido, pero yo quería poder decir con piel de gallina, al recordar todo, que lo había sufrido directamente.
-¿Pero qué es lo que tienes exactamente en mente?, porque yo no sé en donde te propones vivir tu “aventura.”- Me contradijo mi mejor amiga de las cuatro, Pilar, que se podría decir era la más seria de todas, o la más madura, y a la que menos le interesaba todo este embrollo.
-Bueno…-Dije, tratando de que se me ocurriera un lugar pronto, ya que me cargaba cuando ella me hablaba de esa manera, y yo no había encontrado aún el sitio ideal para lo que deseaba hacer.
-Oigan chicas dejen de hablar, ya las va a cachar el profe- dijo Leonardo, inclinándose hacia delante, sabíamos todas que su intención era llamar la atención e incluirse en la conversación., y por supuesto, si se incluía él, también lo hacía Robinson. Leonardo era un chico más o menos bajo, con un corto pero abundante cabello negro, y con un color de ojos mezclados entre el verde y el marrón, a veces adquirían el suave color de la miel, u otras veces se veían verdes como el pasto, y cada vez que lo miraba me daba la impresión de que destellaban con fuerza. Su actitud era casi siempre inmadura, aunque había veces que me sorprendía con sus comentarios. Y Robinson era su mejo amigo, un chico más alto y de ojos muy oscuros, que se llevaba bien con todos y era más educado. –Yo conozco un lugar como el que quieres tú- continuó diciendo él, esta vez mirándome.
-¿De verdad? ¿Cuál?- pregunté entusiasmada.
-Una casa cerca de la de mi abuela.
La campana del recreo sonó estruendosa como siempre, y todos, aliviados, salimos al exterior.
El día de Halloween cada vez se acercaba más, habíamos aceptado la propuesta de Leonardo, y por supuesto, ellos dos también iban. Nos íbamos a juntar lo seis a las afueras del colegio, a las 9:00 de la noche, y desde allí nos iríamos al lugar mencionado. Habíamos pedido permiso todos y las linternas ya estaban cargadas, sólo faltaba que llegara el día.
Eran las 8:45 de la noche, me bebí el jugo rápidamente, tomé un pastel de la mesa, me despedí, prometiendo llegar a la hora acordada, y salí con mi común bolsito hacia el colegio. Cuando llegué ya habían llegado todos, me estaban esperando, y la única que no me criticó por mi atraso fue Alejandra, la cuarta del grupo, que no era de hablar mucho.
La casa que había dicho Leonardo de verdad inspiraba miedo, pero nada nos aseguraba que pasara algo dentro, era como en un típico capitulo de dibujos animados de terror en donde la casa estaba embrujada. Yo no esperaba que lo estuviera, pero sabía que de alguna forma lo pasaríamos bien esa noche. La vivienda era bastante grande, tenía las ventanas tapadas con tablas, y contaba de una única puerta de entrada que permanecía cerrada hace tiempo, justamente para evitar que niños traviesos pudieran entrar, sin embargo, junto a nosotros estaba el magnifico Leonardo, que a causa de su carácter irresponsable, olvidando siempre las llaves, había conseguido generar en él una increíble habilidad para abrir todo tipo de cosas.
Por dentro la casa daba aún más miedo, todo estaba lleno de polvo y un olor repugnante invadía la estancia, los sillones del living, que era el primer cuarto, tenían unas horribles manchas de quien sabe de que y sobre las cómodas todavía se conservaban fotos. Fuimos pasando en fila junto al mueble, viendo las imágenes impresas, que estaban, como casi todo en aquel sitio, llenas de polvo, pero todos nos arrimamos frente a una en especial, en donde se mostraba a un niño pequeño, sonriendo y con un perrito en brazos. Lo extraño no era la imagen de la foto, si no que ésta, a diferencia de las demás, no tenía polvo, había sido limpiada hace poco.
-¿Creen qué...hay algo dentro de la casa?- preguntó Alejandra, bajando la voz. Nos miramos entre nosotros y nos encogimos de hombros. Vi en los ojos de Leonardo la excitación de la situación, pero yo realmente estaba asustada, y en ese momento, sentí un impulso a salir corriendo, no obstante, me quedé en mi sitio totalmente pegada a Pilar, que no puso objeciones, sentí que ella también tenía miedo.
-Sigamos recorriendo, tal vez alguien estuvo por aquí hace un tiempo, jugando a las escondidas, y le llamó la atención la foto, la limpió para verla mejor, y Alá, se quedó así, además, que puede haber ¿fantasmas? Por favor…- Robinson, dando ejemplo a sus palabras, fue el primero en pasar a la siguiente habitación, que estaba separada del living por unos bordes de pared, y que correspondía al comedor. Una gran mesa ocupaba el centro rectangular del cuarto, y sillas de madera estaban ordenas en torno a la mesa. La habitación no contenía muchas más cosas, aparte de un masetero con una planta muerta en una esquina, no había nada más que ver, y estábamos avanzando hacia el pasillo que seguramente daba a la cocina cuando nos dimos cuenta de que Robinson miraba atentamente la mesa. Nos acercamos también y vimos, en medio de todo aquel mar de polvo, un círculo donde se podía notar el color de la madera de la mesa, un círculo que no tenía polvo.
Leonardo acercó su nariz al lugar que todos mirábamos, luego se levantó y nos miró.
-Tiene olor a cerveza-dijo, y un silencio siguió a sus palabras.
-Bien, con esto ya tengo mi experiencia de Halloween, ahora podemos irnos- exclame más asustada que antes, y con el corazón latiéndome fuertemente contra mis costillas. Las chicas me miraron en señal de acuerdo, pero Leonardo y Robinson querían seguir, por sus bocas contraídas supe que tendríamos que quedarnos, ¿cómo nos iríamos solas, en medio de la noche?
-¡Pero si no ha pasado nada! ¿Cómo pueden ser tan miedosas?- nos dijo Leonardo, enojado, y Robinson asintió.- Terminemos de ver la casa por lo menos, luego nos vamos ¿bueno?- y colocó ese tipo de expresiones tiernas que uno a duras penas podía negar.
Volvimos a adentrarnos al pasillo, ahora más cautelosos, pero a medida que nos acercábamos sentía una presión en el pecho que ya no podía soportar.
-¡No! Vamos al segundo piso, pero por favor, no entremos allí- exclamé.- Ya nos quedamos aquí como ustedes querían-miré a Leonardo y a Robinson- y se que yo fui la que molestó para que hiciéramos esto, pero por favor…no vallamos allí.- Me miraron por unos segundos, y entonces asintieron, como queriendo decir “que se le va hacer”
Contenta de haberlos convencido, caminé de vuelta al living, y cuando nos disponíamos a subir las escaleras, sentí que alguien nos miraba desde arriba, asustada, miré al lugar que me indicó mi cuerpo, pero como era de esperarse, no había nadie. Estaba a punto de decírselo a los chicos cuando, esta vez todos, oímos que algo se caía al suelo, un sonido que provenía desde arriba, y entonces un ruido rompió violentamente el silencio que se había generado, impactándonos.
-¡Ha! Mi celular, lo siento- Catalina contestó su teléfono, hablando en voz baja, y cuando cortó, dijo:- me tengo que ir, ya es muy tarde. Miré mi reloj y me di cuenta de que ella tenía razón.
-Huuuu, verdad, yo también me tengo que ir, me tendría que haber ido hace rato…Me van a retar…- Se lamentó Pilar. Y Alejandra y yo nos miramos diciéndonos que a nosotras también se nos había pasado la hora. Robinson y Leonardo captaron nuestras miradas y nos vieron enojados, pero antes de que pudieran objetar algo, nos empezamos a despedir, y no les quedó más remedio que salir con nosotras.
Sentí un alivio inmenso cuando el fresco aire me envolvió el cuerpo y aspiré profundamente. Nos disponíamos a ir hacia la casa de la abuela de Leonardo cuando Alejandra nos interrumpió:
-Ho no, olvide la linterna dentro. Espérenme aquí, vuelvo enseguida.- Y antes de que ninguno pudiera ofrecerle acompañarla, ella volvió a entrar a la mansión. Pasaron aproximadamente algunos minutos, en donde la tensión creció entre nosotros y las miradas hacia la vivienda se volvieron constantes, y justo cuando estaba a punto de decir que deberíamos ir a buscarla un grito desgarró el aire como una cuchilla, helándonos la sangre.
Hubo un momento de dudas, y enseguida todos nos volvimos a adentrar en la casa y aquel hediondo olor invadió nuevamente mi nariz.
-¿Deberíamos gritar? Porque es obvio que algo le pasó…-dijo Pilar, en unos susurros.
-Bueno…-Leonardo se detuvo un segundo a pensar, y luego…-¡¡¡Ale!!-Gritó llamándola por su apodo. Miré paranoica a mi alrededor, seguramente esperando que salieran murciélagos volando.
-¡¡Ale!!- Nos unimos a él.-¡¡Ale!!-Pero nadie respondía.
-De seguro está arriba, sea lo que sea lo que le aya pasado-mi voz se escuchó como un lamento, temía ir al segundo piso, y en mi mente retumbaron el ruido y la sensación de que alguien nos miraba.-Pero estoy segura de que hay algo allí, esa cosa debe de tenerla.-Todos me miraron pero ninguno me contradijo, ellos también sentían que era así.
Sin decir una palabra más, comenzamos a subir, muy pegados unos de otros, por las elegantes escaleras, y al llegar a la planta alta, se nos cayó el alma a los pies al darnos cuenta de la cantidad de habitaciones que tenía aquel piso.
-Si vamos todos juntos, una por una, no terminaremos nunca, y ya es bastante tarde,-dijo Catalina, mirando su celular.
-Pero…hay algo, seremos pocos…realmente tengo mucho miedo- susurré. Ellos me miraron, asustados igual, y después, Robinson y Catalina abrieron la primera puerta., con cuidado, tratando de no hacer ruido, aunque en el fondo sabíamos que eso ya no tenía sentido, acabábamos de gritar. Entonces Leonardo se encaminó a la puerta siguiente, y nosotras lo seguimos. No había tenido tiempo de pensar en lo que de verdad estaba pasando, estaba demasiado asustada para apenas respirar, y cuando la puerta se habría lentamente, con mi corazón dando dolorosos martillazos, supe que creía en los fantasmas.
Dentro no había nada, así como también en las habitaciones siguientes, y cuando sólo quedaba una puerta, los cinco nos arrimamos a ella, Robinson tomó la manilla y la dio vuelta lentamente, esta hizo un molesto ruido, y a medida que la puerta se habría, fue revelando un cuerpo desmayado en medio de la habitación.
Todos corrimos hacia Alejandra, dejando las linternas en el suelo, y cuando estábamos todos a su alrededor, la puerta se cerró un poco, y luego se volvió a abrir, mientras alguien escapaba velozmente por la puerta. Todos nos quedamos viendo al lugar con los ojos y la boca abierta.
-Llamen a…la poli…cía- dijo una voz desde el piso, todos nos volvimos a mirarla.-Es un delincuente…cuando vine a buscar la…linterna…lo vi, y tal vez que me hubiera hecho…sino hubiera visto que tenían celulares… y que eran cinco…
Catalina sacó velozmente su teléfono y marcó el numero de la policía, al rato llegaron los carabineros, la ambulancia, y como no, nuestros padres, enojadísimos ya que ellos creían que nos habíamos juntado para pedir dulces. Resultó que el delincuente era uno muy buscado hace algún tiempo, había infringido varias veces la ley e incluso había matado a alguien que lo estaba estafando, y cuyo cuerpo había escondido dentro de la mansión, desde hay provenía el olor. Se escondía en esa casa hace unos meses y cuando vio que entramos había decidido esconderse, pero Alejandra lo vio cuando volvió en busca de su linterna, e hizo un ademán de sacar su teléfono. Él dice que no hubiera sido capaz de matarla, pero eso se mantiene aún en duda. Y como había señalado Robinson, la foto del niño con un perro en brazos le había llamado la atención porque se parecía a una de él cuando pequeño, y sacado por lógica, había estado bebiendo.
Ahora, cada Halloween, recordamos el miedo y pánico que sentimos en aquella situación, lo mal que nos había ido luego a causa de los castigos, y nos conformamos con películas de terror y palomitas.
panchy27- Megure 25%
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28 519 18094 4
Re: [UNICA RONDA] PRESENTACIÓN DE HISTORIAS
Em...esto...¿ya empesaron las votaciones?, porque la fecha de entrega terminaba ayer.
Gracias por adelantado.
Saludos ^^
Gracias por adelantado.
Saludos ^^
Isi_Miyano_aptx- Sonoko 12%
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29 1437 18293 13
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